26 de marzo de 2014

Capítulo 1: Los días en los que el destino se durmió


//Año 499 E.C. (Era Común)

El oráculo de Nara. Una enorme y ancestral maquinaria sobre la que se construyó hace siglos el templo del mismo nombre, enclavado entre altas cumbres. Recubierta por una bóveda la gran estancia circular parecía pequeña, pese a los diez metros de altura de sus gruesas paredes de piedra, en comparación con el complejo mecanismo de poleas, ruedas y aros metálicos unidos por raíles que giraban lenta y pesadamente provocando chirridos y crujidos que resonaban en la cámara. Una llama se enroscaba en el aire en el centro de los engranajes, ardiendo en tonos azulados en espiral formando una esfera casi perfecta, era el corazón de aquel artilugio cuyo origen se perdía a través del tiempo. Los enormes aros metálicos de color dorado tenían escritas complejas runas que brillaban al paso de los distintos indicadores.

El resto del lugar, en contraste, era de lo más austero. La piedra gris, que conformaba las paredes y el techo, mostraba vestigios de haber tenido en el pasado algún relieve o fresco, que habían terminado devorados por la humedad y el paso del tiempo. Tan sólo rompían la rutina de la piedra doce pequeños tragaluces que iluminaban según la hora del día uno de los signos zodiacales representados en el suelo y que aún se podían distinguir con claridad.

Debido a la monotonía de controlar día tras día aquel monumental artilugio, la shaman vigilaba ante sí las secuencias rúnicas de uno de los tres atriles que, a modo de puesto de control, monotorizando su óptimo funcionamiento. Su piel blanquecina cual porcelana, cabellos lacios y oscuros, así como rasgos delicados evidenciaba su pertenencia a la etnia “doalfar”. Llevaba remangada su amplia túnica blanca con bordados florales en plata, dejando al descubierto parte de sus brazos, donde llevaban inscritas diversas runas que reaccionaban con la maquinaria.

Ni siquiera miraba a sus otras dos compañeras que hacían la misma función en sus correspondientes puestos, el oráculo interpretaba cada una de las alteraciones del mundo, ininteligibles para cualquiera que no hubiera estudiado durante años su funcionamiento. Un conocimiento fuera del alcance de cualquier mortal.

Sentía cada pequeña variación, oscilaciones en aquella armonía que provenía de las runas, que parecían seguir una partitura escrita por la mismísima diosa creadora, Alma. Sin una sola pausa desde hacía cinco siglos inundaba aquella melodía el espíritu de quien se acercaba al oráculo...

Silencio

Abrió los ojos asustada ante el súbito vacío que sintió en su alma para comprobar cómo las runas de su atril se habían quedado congeladas, sólo movidas por alguna distorsión como si algo les estuviera interfiriendo. El miedo atenazó su corazón al ver como la enorme estructura se había detenido y la llama de su interior se desvanecía. Una a una cada runa se fue desvaneciendo dejando tras de sí un silencio siniestro. Ella fue consciente de la gravedad del asunto y, al igual que sus compañeras, miró con temor e incredulidad aquella maquinaria que se había detenido engranaje tras engranaje como un moribundo exhalando sus últimos alientos. La luz del mundo que daba calor y confianza a quienes lo habitaban se había apagado.

No acertó a decir nada. De sus labios no surgía palabra alguna, sólo un temblor en su cuerpo que apenas le permitió coordinar sus piernas para no tropezar mientras subía las escaleras para anunciar tan terrible acontecimiento.

Alma había callado su voz.



25 de marzo de 2014

Prólogo: Anoche tuve un sueño...



Anoche tuve un sueño:


 Vi tinieblas y ceniza cerniéndose sobre un bello campo de lanzas y flores.
En medio había una niña triste y sola, que lloraba cubierta por un manto de escamas.
Desconsolada, llamaba una y otra vez por sus nombres a personas que no conocía, pero a la vez añoraba.

17 de marzo de 2014

Uniforme de la Guardia

Poco a poco voy a ir desgranando detalles del trasfondo donde sucede cada capítulo que se irá recopilando. Como pequeño aperitivo, y aun sin los colores correspondientes, os dejo el diseño del uniforme de la Guardia Urbana de Tíria; que juega un papel fundamental en los primeros compases de la historia.


14 de marzo de 2014

Eliel, Vestido de noble kresáica



Si en la entrada anterior tenéis el boceto, aquí os traigo el diseño completo del traje de Eliel en el primer arco argumental de La Canción de la Princesa Oscura.

Eliel van Desta - Vestido noble kresáico
Los que conocisteis el anterior diseño, recordaréis que era mucho más sencillo, con una especie de sobreveste anudado. Revisando la obra, el vestido era demasiado sencillo para alguien de su posición, perteneciente a la nobleza, pero he mantenido algunos detalles como las tres correas al torso y el pañuelo anudado debajo, así como el diseño y el motivo cruzado de las botas. El esquema de colores cambia a los suyos tradicionales, verde, amarillo y blanco; en lugar de los ocres que lucía en esta escena.

Diseño de la primera edición
El traje es de inspiración victoriana con motivos redondeados, imitando tramas florales, muy al gusto de los habitantes del país de Kresaar. Por supuesto carece de ningún arma de autodefensa, para eso lleva guardaespaldas.

Respecto a ella, su peinado a cambiado ligeramente, ahora es más corto, sobretodo la melena por detrás. Ésto le confiere un aire más juvenil, propio de su edad al principio de la historia.

Ha existido cierta división de opiniones respecto al recogido de la falda. Es una solución que se utilizaba bastante a finales del siglo XIX (época histórica correspondiente a la ambientación de las novelas) para dar libertad a las piernas y poder andar con más comodidad. A algunos les ha encantado y otros lo consideran lo peor del diseño y que iría mejor suelta. ¿Qué opináis vosotros?

PD: Parece que al final se va a quedar la falda suela ;)

10 de marzo de 2014

Eliel; Diseño de Tiria

Revisión del vestido de Eliel para el primer arco argumental de La Canción de la Princesa Oscura, "Tiria, la ciudad de las sombras"

Me estoy planteando muy seriamente cambiar el sistema de numeración de los capítulos, debido a la cantidad de capítulos si concadenamos todas las novelas, y agruparlos en actos (y dejar que pese a todo los capítulos sean incrementales en su numeración).

Mientras decido cosas, aquí un aperitivo


Como curiosidad, con este diseño celebro ¡las 100 entradas de este blog!