22 de octubre de 2012

Ingrid

Bueno, y para que no decaiga, un diseño más. En este caso le toca el turno a Ingrid, la cual, para su diseño de pose he optado por quitarle la gabardina y darle una postura más dinámica.

 
El diseño de la criatura, en este caso una danzarina de luz, es obra de Aitor Eraña. :)




16 de octubre de 2012

Revisión de Araciel

Ligeros cambios en la pose de Araciel para que tenga una mejor estabilidad. Sino, luego sería muy complicada de hacer :3 Además, con los dos pies en tierra se parece más a la ilustración original que tanto gustó.



11 de octubre de 2012

Aleksei y Araciel

Dos diseños más, en este caso un doalfar y una delven. Faltará atribuirles los colores pero junto a Blish y Lars completan el cuadro de personajes usados en las pruebas de juego que si hicieron en las Fantasymereth del año pasado. Dos guerreros (lansquenetes), una sagaz y un mago (canalizador).

Así como Araciel no cambia ni Blish y Lars sólo he modificado un poco el vestuario, la apariencia de Aleksei ha sufrido un profundo cambio. Ahora viste más arreglado y con el pelo más largo; con lo que creo que ha salido ganando bastante el diseño.



9 de octubre de 2012

Lars y Blish

¡Hola a todos! ¿Ahí alguien aun por aquí? Parece que si pese a que he dejado el blog cerrado por reformas durante un par de meses.


Y alguien se preguntará "¿qué reformas si está igual?" Eso lo iréis viendo en las sucesivas semanas :) En el que se irán introduciendo las nuevas secciones y diseño paulatinamente, así como un nuevo motor fuera de blogger que ayudará a albergar las nuevas funciones que tendrá la web cara al proyecto inminente del juego.

Alguien más dirá: "¿Has dicho el juego?¿Aun vive esa idea?" Pues si, nunca se ha abandonado y una de las partes del proyecto empezará su andadura pública de forma inminente. Así que, como muestra de ello, aquí tenéis dos de los diseños definitivos de un par de viejos conocidos de este blog, Lars y Blish:




Para ambos he usado un estilo más sencillo y claro donde se pueden ver todos los detalles de la ropa. He hecho de que tengas menos líneas, aunque no lo parezca, los hace más complicados de dibujar, pues  siempre es muy fácil meter un millón de detalles y que quede "cool"; pero lo realmente complicado es que con pocas líneas queden atractivos donde cualquier carencia en la anatomía y la actitud no queda enmascarada por cientos de hebillas, remaches y brillos :3

22 de agosto de 2012

XIII - Buscando el cielo


Meikoss y Adriem cargaban el equipaje en el carro, disponiéndolo todo para la partida. Mientras, Eliel, Rulia, Danae y Elric conversaban. La mañana se iba abriendo paso y la helada de la noche comenzaba a levantar con los primeros rayos de sol.
- Es una verdadera pena que tengáis que partir con tanta prisa. Podríais haberos quedado unos días más -dijo Danae.
- Podríamos haber disfrutado de las fiestas, son dentro de dos días. -Elric lamentaba la partida de aquellas dos bellas mujeres.
- Lo siento de verdad, pero tengo que llegar cuanto antes. -Eliel dijo esto haciendo una ligera reverencia a modo de disculpa, una costumbre muy kresaica.
- Yo ya he tenido suficiente fiesta con lo de esta no- che - comentó Rulia-. Siento haberte juzgado mal ante- ayer, Elric.
- Soy como un diamante en bruto -dijo él con una sonrisa pícara.
Tras el comentario de Elric, un codazo de Danae le impactó en las costillas.
- Y la mar de modesto.
- Bruta... - Estaba medio doblado por aquel golpe tan doloroso.
-Toma esto, Eliel. - La boticaria le ofreció un peque- ño tarrito con una sustancia violácea-. Es enemista dilui- da. Si ves que Adriem vuelve a estar mal, esto lo calmará.
- Muchísimas gracias, Danae. -Eliel se quedó observando el frasquito-. Pero ¿la enemista no era peligrosa? - En pequeñas dosis no, así que ten cuidado - le dijo guiñándole un ojo-. Sólo un par de gotas como mucho. Tú cuídalo.
-¡Nos vamos! ¡Esto ya está! -dijo Adriem asegurando la lona del carro.
- Os deseo lo mejor a las dos -dijo Danae-. ¿Tú no dices nada Elric? - A ú n medio doblado y sin aliento esbozó una sonrisa y se despidió con la mano. Porque era una mujer, que si no, se habría vengado.
El carro ya se había perdido de vista tras las casas. Danae y Elric se habían dado la vuelta para volver a sus quehaceres diarios. Caminaban por la calle, que ya empezaba a tener actividad, cuando Danae se detuvo.
Elric se quedó mirándola .
-¿Pasa algo, Danae?
- Un sephirae... Aunque es diferente, es algo de mi pasado que no quería recordar. Las casualidades no existen, Elric. Algo se está empezando a mover y no me gusta. Cuando curé a aquel sephirae tuve una sensación muy extraña. -Se mordió el dedo índice-. No se parece en nada a los que conocí. No sabría describirlo, pero el hecho de que tenga ese poder de forma natural desafía la lógica.
- ¿Y no les has dicho nada?
- No, para qué. No merece la pena preocupados más. 
El vendedor se encogió de hombros.
- Sea como fuere, da igual. Ya se han ido y dudo que volvamos a verlos.
- No estaría tan segura.
- Ah , una cosa más, Danae. Que conste que te dejo que me pegues porque yo nunca pegaría a una mujer. Danae empezó a reírse a carcajadas.
-Sí, claro, Elric, lo que tú digas.

25 de julio de 2012

XII - Disrupción astral


Eliel gritó de terror al ver cómo aquella onda de luz traspasaba la habitación. Poco o nada se sabía de las disrupciones astrales. Eran fenómenos que solían afectar a una zona en la que el orden de los planos astrales se alteraba. Como se solía decir vulgarmente, los sueños invadían el mundo. Eran fenómenos casi inusitados y se contaba que aquella onda azul alteraba las cosas y mutaba a los animales, incluso a las personas si era muy fuerte, convirtiéndolas en horrendas criaturas a las que se solía llamar pesadillas.
Eliel abrió poco a poco los ojos. Las runas iluminadas en tonos blancos y azules invadían la habitación en extrañas cadenas. Todas provenían de una que Danae había escrito en el suelo. Otra runa sacra, pensó la doalfar. Poco a poco las estructuras rúnicas se fueron desmoronando a medida que la luz azul se suavizaba. En ese momento descubrió que Meikoss la había cubierto con su cuerpo, en un acto instintivo de protegerla.
- ¿Estás bien? -preguntó Meikoss.
 - Sí, creo que sí. Gracias.
 - No nos ha pasado nada gracias a la runa sacra de esta mujer -dijo Rulia señalando a Danae.
 - Sólo he purificado la sala, eso ha impedido que la perturbación entre aquí, pero ahí fuera desconozco qué ha podido pasar. Será mejor que esperemos aquí hasta que la situación se normalice -dijo la curandera mirando por la ventana las extrañas luces azules, que, como una aurora boreal a muy baja altura, lo teñía todo de ese color. Una especie de sombra blanquecina había quedado en el suelo como prueba del conjuro que allí se había realizado.
Meikoss se apartó y Eliel vio que Adriem se había puesto en pie mientras con la mirada localizaba su cazadora y sus botas.
-Adriem, ¿qué haces?
-Algo está provocando esta disrupción y, si no se detiene, nos acabará afectando. Además, cuanto más tiempo pase, irá aumentando su intensidad y acabará infectando a las personas.
-¿Cómo sabes tú eso? -preguntó Rulia.
-No sé quién eres, así que no tengo por qué contarte nada -dijo Adriem con la mirada fría.
-Adriem, no te pongas así. Es una amiga que nos está acompañando a Nara - l o reprendió Eliel.
-Como encargada de tu rehabilitación no puedo permitir que salgas ahí fuera. Tu alma aún está dañada.
 Si abusas otra vez de la esencia, no sé si podré curarte.
-Danae se había interpuesto entre él y la puerta. -Gracias por ayudarme, pero no vas a impedir que salga. No tengo por qué quedarme. A Eliel ya la está protegiendo un caballero -dijo mientras fulminaba a Meikoss con la mirada. Apartó a un lado a Danae y abrió la puerta.
 Danae hizo el gesto de escribir una runa para inmovilizarlo, pero el ceño de Adriem la frenó. Ese hombre iba a salir de una forma u otra, era inevitable.
Y así fue. Eliel se quedó sentada en el suelo sin saber qué decir. ¿Qué le había pasado a Adriem? Danae había curado sus heridas, entonces ¿por qué había visto dolor en su mirada?

11 de julio de 2012

XI - Mentiras amargas


Dythjui se encontraba absorta en sus pensamientos. Estaba recogiendo con una fregona los charcos de agua que producían los cientos de goteras que se filtraban a través del ruinoso tejado. La planta baja ya era habitable, pero los malditos techadores estaban todo el día dándole largas. Los pocos ahorros que tenía se los había dejado pagando las primeras obras de la reconstrucción de la posada, pero aún estaba lejos de poder volver a abrirla. Y si no lo hacía, no sabía de dónde iba a sacar lo que le faltaba. Los pagos y las facturas se acumulaban en la mesa de la cocina, y esa maldita lluvia de invierno ponía a prueba su paciencia.
El tosco sonido de la desencajada puerta de la entrada la sacó de sus ensoñaciones.
- Pase, pase. Pero le advierto que, como verá, la posada está temporalmente cerrada -dijo alzando la voz desde la cocina.
- ¿Señorita Lezard? Soy yo, la priora Melisse.
Dythjui se asustó al oír varios ruidos secos de metal. Parecían armaduras. Salió sin dudarlo un momento y encontró a la priora acompañada de cuatro soldados de la guardia imperial.
Ataviados con sus armaduras, los soldados de élite del imperio observaban con detenimiento la estancia. A Dythjui no se le escapó que la priora se sentía incómoda por su escolta.
 - Lezard, me gustaría que me acompañara.
- Bueno, con tan galantes caballeros como acompañantes, ¿quién se resistiría? -dijo irónicamente a la vez que apoyaba la fregona en el cubo-. Pero ¿se puede saber adónde, sor Melisse? No sé si llevaré el atuendo adecuado. - Viendo que la cosa parecía oficial, Dythjui pensó que tal vez aquel vestido viejo y el delantal no serían apropiados.
- Sí, tiene razón. Tenemos una pequeña audiencia. Si se cambia, será mejor. La esperaremos aquí. No hace falta que se ponga muy formal.
- Es usted un cielo, priora. -Y después de guiñarle un ojo, Dythjui subió al trote las escaleras que llevaban a su cuarto.
Pese a la intensa lluvia, el Palacio Imperial se veía con absoluta claridad. Edificado en la parte antigua de la ciudad, tras varias ampliaciones a lo largo de los años, se había convertido en el edificio más alto e impresionante de Tiria. Las líneas rectas, enormes columnas que soportaban altísimos techos y multitud de bellas estatuas de mármol rodeadas de vidrieras definían aquel edificio. Así mismo, la piedra gris y el mármol rojo y blanco jugaban creando bellos dibujos geométricos. Elevadas torres apuntaban al cielo con osadía. El viandante no podía por menos que sentirse embriagado por aquella muestra de poder arquitectónico.
Como contrapunto a aquella imponente majestuosidad, una sencilla estatua de piedra blanca representaba a una mujer desnuda con las manos en posición de ofrenda y dos hermosas alas extendidas. Había sido colocada allí el día de la fundación del imperio, hacía más de trescientos años. A sus pies rezaba la frase «Sagrada y grande es nuestra misión en aras de la libertad de un nuevo mundo. EmperadorJulio I El Fundador. 14 de abril del 239, Era Común». Solitaria en la enorme plaza circular llena de fuentes y canales, y rodeada por soportales, la estatua miraba hacia el Palacio Imperial.
- Es curioso cómo la libertad se empequeñece ante la glorificación del hombre -dijo Dythjui observando la entrada del palacio tras bajar del carruaje. Un soldado se aprestó a cubrirla con un paraguas, e igual le ocurrió a Melisse.
- Corríjame si me equivoco, pero me da la sensación de que ya sabía que iba a venir aquí. Antes de que fuéramos a su casa.
- Efectivamente -dijo sacudiéndose una rodilla del pantalón que estaba manchada de polvo. Ahora vestía una sencilla camiseta de cuello alto blanca, unos pantalones rojos ceñidos y un chaquetón gris. Algo bastante informal en comparación con el uniforme de priora de Melisse- . Era lógico que alguno de los peces gordos quisiera saber qué ha originado tanto movimiento en la ciudad.
- Sí, era lógico. Pero ¿no se imagina usted quién quiere saber qué está pasando?
- No tengo ni idea. ¿Algún senador?

- El emperador.

Dythjui se quedó parada, desconcertando al soldado que iba tras ella con el paraguas. Melisse se volvió hacia Dythjui.
¿Algún problema, señorita Dythjui?
Dythjui señaló su coleta alta.
 ¿Voy a ver al emperador y yo con estos pelos?



9 de julio de 2012

Nuevo estudio

Al fin he terminado la mudanza y oficialmente el nuevo estudio ha sido inaugurado. Lamento que esta semana no hayan habido novedades en el blog pero ha habido mucho bricolaje por en medio.

Eso si, inauguro una nueva etapa y no puedo evitar estar muy ilusionado.

Este miércoles de nuevo habrá capitulo de La Canción de la Princesa Oscura :)

27 de junio de 2012

X - Los reflejos del corazón


El carro de dos ejes y con cubierta de madera avanzaba tirado por dos caballos sobre el gran puente que salvaba el río. No muy lejos, se veía una peña sobre la que se perfilaba un enorme torreón, y a sus pies un pueblo.
- Torre Odón - anunció la comerciante. Iba sentada sujetando las riendas, vestida con un traje blanco y gris de mangas anchas y falda larga. Se había recogido el pelo en una coleta alta y el flequillo con un par de horquillas.
A su lado, Meikoss observaba el paisaje. Las enormes praderas se mecían al viento. Los árboles, ya casi desprovistos de hojas, se alineaban a lo largo del caudaloso río. La peña de Torre Odón rompía el horizonte y muy a lo lejos, a varias jornadas de camino, prácticamente oculta por las nubes, se divisaba la cordillera Krimeica, componiendo una hermosa estampa invernal.
- ¿Pararemos allí? -preguntó Meikoss.
- Sí. Es un cruce de caminos. Hay bastantes fondas y posadas. Debemos descansar allí. Una vez empecemos a subir las montañas no habrá muchos refugios.
Meikoss abrió la cortina que tenía a su espalda y que daba al habitáculo del carro.
- Vamos a parar en un pueblo. Llegaremos en una hora. ¿Cómo está nuestro paciente?
- Le ha subido la fiebre y parece que tiene pesadillas - dijo Eliel. Estaba de rodillas al lado de la improvisada cama que habían podido preparar en el angosto carruaje.
Adriem, apenas consciente de lo que sucedía a su alrededor, se removía, empapado en sudor. Eliel escurrió una toalla en un caldero que tenía al lado y se la colocó en la frente a Adriem-. Temo que no pueda aguantar hasta Nara.
- Deberá hacerlo.
- No lo entiendo, ¿por qué cada vez está peor?
- Por desgracia el único que podría respondernos ahora es él.

25 de junio de 2012

Eidem, mapa en proceso


Esta última semana y la presente está siendo bastante intensa. Estoy mudando el estudio (ya pondré fotos cuando esté montado) y entre el ir y venir de cajas y muebles, he tenido algo de tiempo para ir avanzando en el mapa de Eidem.

Hacía mucho que le debía al continente un mapa a la altura, no sólo de la revisión de las novelas, sino también del juego de rol.

Aun no es una versión terminada, queda mucho trabajo por hacer, pero ya se comienza a vislumbrar la morfología de las tierras de este continente donde se desarrolla la saga de Eraide en sus tres primeros libros.

13 de junio de 2012

IX - La furia de la derrota


La débil luz del crepúsculo entraba, con tonos grises y anaranjados, a través de las ventanas de la sala. En el centro, observando cómo el sol se iba ocultando entre las nubes y el mar, un hombre de cabello cano y corto degustaba un buen vino. Se atusaba su cuidada barba mientras sus cansados ojos azules no dejaban de mirar el ocaso del astro rey desde su sillón. Esperaba sin esperar nada. Sencillamente se deleitaba con la puesta y con el sonido del péndulo del enorme reloj, que, en su elaborada caja de madera de marquetería, marcaba impasible las horas.
La jornada había sido dura, y ese remanso de paz era el bálsamo que curaba las heridas del día. Tal vez debiera seguir leyendo aquel libro. Llevaba ya cinco años leyéndolo. Acarició la cubierta del tomo, que estaba en la mesita, donde también se hallaba la botella de vino. «La cazadora de sueños. Hechos y fundamentos de Neferdgita» Pasó los dedos por el título y suspiró. Los libros de historia le gustaban, pero aquél se le resistía.
Un escalofrío le recorrió la espalda. El reloj se detuvo. ¿Tocaba darle cuerda ya? Lo había hecho el día anterior, puede que se hubiera estropeado o... tal vez fuera un signo de mal agüero. Interrumpiendo sus cavilaciones, alguien llamó a la puerta.
- ¿Quién es? Le dije a Reinald que no me molestaran - dijo con desgana..
- Soy yo, padre.
Su desgana desapareció al oír esa voz. Si algo podía privarlo de su rato a solas, era una visita de su hijo.
- Adelante, pasa. - Y se ajustó el sobrio batín de invierno para levantarse.
Se abrió la puerta y Meikoss entró. Pero detrás de él, medio en sombras, había una mujer que se había quedado esperando en el umbral.
- Buenas tardes, Meikoss, me alegra ver que vienes a hacerle una visita a tu viejo padre.
- Buenas tardes, padre. Siempre tengo un rato para que me cuentes cómo te ha ido el día. Aunque lamento que esta vez sea una visita interesada.
- Por lo que veo, vienes acompañado. Dile a tu amiga que pase - dijo guiñándole un ojo a su hijo.
- No es lo que piensas, padre. Sólo es una conocida.
Eliel entró por la puerta.
- Con permiso.
- Es Ariadne Eliel Van Desta, hija del marqués de las tierras de Hannadiel. Éste es mi padre, lord Jeffel Sherald, consejero del canciller Hendmund - Y Meikoss lanzó una mirada de duda a Jeffel.
El consejero del canciller se quedó durante un momento pensativo. La Marca de Hannadiel… había leído algo sobre esas tierras pero no recordaba muy bien el qué. Se dio cuenta del silencio con el que se quedó observando a la doalfar, que se estaba tornando incómodo, y reaccionó para solventar la situación apartando aquellos pensamientos.
- Sed bienvenida, señorita Van Desta. Espero disculpe mi vestuario, pero no esperaba visita.
- No tiene que disculparse, Lord Sherald. Soy yo quien lamenta tener que visitarle a horas tan intempestivas.
- Bien, pues - dijo ofreciéndoles asiento -, cuénteme qué quiere de mí.

6 de junio de 2012

VIII - El sueño de un caballero


El dirigible surcaba los cielos acompañado del ronroneo de los motores. Abajo, entre las nubes, se divisaba el mar de Loto como una especie de cielo invertido. Desde uno de los ojos de buey, Eliel admiraba aquel extraño paisaje. Adriem descansaba en uno de los dos camastros del camarote.
El viaje había sido tranquilo, y pese a que nos les dejaban salir de allí, la comida y el trato por parte de la tripulación habían sido bastante buenos.
- No sé por qué nos tienen encerrados aquí - preguntó a Adriem, mientras miraba el firmamento - Me gustaría ver el paisaje desde un lugar mejor.
- Supongo que el capitán no quiere que una bonita doalfar se pasee por una nave llena de rudos marineros que pasan semanas sin ver una mujer - respondió Adriem sin molestarse en abrir los ojos.
- Gracias, Adriem.
Él se incorporó al oír aquel extraño e inesperado agradecimiento.
- ¿Gracias? ¿A qué viene eso?
 Eliel se dio la vuelta.
- Por lo de bonita - dijo con la cara sonriente. Adriem se ruborizó un poco.
- Yo no he dicho eso.
- Sí lo has dicho. Has dicho «bonita doalfar» y creo que no hay otra por aquí - dijo mientras se acercaba al camastro. Se sentó a su lado y lo miró con expresión divertida - No pareces el tipo de persona que suele decir piropos a la ligera, así que me siento muy halagada.
Adriem desvió la mirada y se puso en pie, incómodo ante los comentarios de la doalfar.
- ¿Y tú qué sabrás? - dijo casi para sí mismo.
- Lo siento, señor guardia - contestó Eliel sonriendo.
Ella se quedó mirándolo. Le divertía la timidez de aquel humano y en el fondo le reconcomía un poco la conciencia, pero estar allí tantas horas con alguien que casi no hablaba se hacía muy aburrido. Sin duda era atrac- tivo, pero lo ignoraba todo en lo tocante a la etiqueta y las relaciones sociales... Su tutora del templo ya lo habría suspendido varias veces.
- Ven, deberías ver esto - dijo el humano mirando hacia fuera.
Eliel se levantó y se acercó a él. A través del ojo de buey se veía que, entre las nubes, el mar se acababa en un cabo, sobre el que se extendía una ciudad. Sobre una isla había un gran castillo de piedra. Por las calles adoquinadas de la ciudad, las personas y los carros parecían diminutos. Un tren salía de una estación, arrastrando los vagones.
A lo lejos, en el horizonte, hacia el Norte, una cordillera enmarcaba las llanuras y praderas, donde se podían distinguir pequeños pueblos.
- Eso parece Dulack - afirmó Adriem, pues, pese a que nunca había estado allí, le habían hablado muchas veces de aquella ciudad que tenía un castillo sobre el mar, famosa por su puerto franco, donde los marineros y los dirigibles no tenían que pagar impuestos por las mercancías.
- El templo donde estudio está tras aquellas montañas, y más allá, mi hogar - dijo, claramente excitada ante la cercanía de aquellos lugares tan familiares.
- Sólo espero que no nos pongan muchos problemas en la aduana para entrar en la ciudad. Si fuéramos mercancía sería más fácil.
- No te entiendo.
 - Nada.Tú reza a Alma para que nos facilite el papeleo.
La verdad es que la doalfar nunca supo si lo decía en serio o si se estaba mofando.
Un pequeño golpe, debido a alguna turbulencia, sacudió el paquete con los libros, que estaban en un estante. Eliel, asustada por si alguno se había dañado, corrió a recogerlos.
- El paquete se ha roto - dijo algo contrariada - Habrá que arreglarlo cuando estemos en tierra.
- Todos los libros son muy gordos - comentó Adriem observando el formidable grosor de los tres tomos - Bueno, excepto ese rojo. Es muy pequeño, parece que se va a ca...
Casi se cayó por el hueco roto del paquete, pero Eliel lo cogió antes de que llegara al suelo. Adriem se acercó y la ayudó, pero no pudo evitar la curiosidad de leer el título del que asomaba, pese a que Eliel trataba de ocultarlo con el cuerpo.
- Diario de lady Eraide. Vaya, parece bastante antiguo.
- ¡Esto es secreto, no deberías verlo!
- Vale, vale - dijo sonriendo- . Tampoco me interesa.
Eliel remendó como pudo el paquete y lo volvió a anudar.
- Ni yo sé de qué tratan estos libros. Me prohibieron que los viera nadie. Ni siquiera yo.
- Demasiado secreto para un simple diario, ¿no?
- Tal vez.
 El guardia se levantó y se asomó al ojo de buey.
- No tardaremos en aterrizar.

30 de mayo de 2012

VII - El Bastión de los Justos


La enorme sala, decorada con bellos tapices y cuadros que representaban batallas acontecidas en épocas pasadas, estaba alumbraba por la luz de unas tenues lámparas y el resplandor de una gran chimenea encendida. En el centro, había una enorme mesa cuadrada rodeada de ocho sillones. Un elaborado trono de madera tallada la presidía. En los sillones se hallaban sentadas cuatro personas. Por un lado estaba ldmíliris, que vestía un fino vestido de color negro con mangas hasta el codo; unas medias de rejilla y un elaborado moño remataban su estampa. Demasiado veraniego para el frío que hace, pensó Zir, que estaba sentado a su lado. Con su típica expresión meditabunda, se ajustaba el pañuelo que llevaba sobre el cuello de la camisa blanca, disimulando así el nerviosismo que le provocaba aquella inesperada audiencia. Enfrente de él, una humana de unos veinticinco años lo observaba. Tenía el pelo rubio y ondulado en una melena que le llegaba a los hombros. Llevaba un bonito vestido azul y blanco de falda larga y con bellos encajes, que gracias al generoso escote, dejaba ver el canalillo de sus senos, realzados por un corpiño. Al lado de tan bella mujer, otro humano miraba con nerviosismo un gran portalón que daba a la estancia. Estudió a los demás a través de sus gafas. Tenía el pelo castaño y los ojos verdes. Vestía chaqueta de pana marrón, camisa y chalina.



23 de mayo de 2012

VI - Más allá de un sentimiento


Los frondosos bosques de abetos se mecían al son del viento que descendía de las altas cumbres de la nevada cordillera. Los campos aún conservaban neveros donde todavía no daba el sol. Una bonita mansión de tres pisos de paredes blancas y tejas de pizarra dominaba, con bellos jardines, el pequeño pueblo.
Eliel observaba el lago que estaba dentro de sus propiedades. Un doalfar, bastante más alto que ella, de bella melena y de mediana edad bien llevada, estaba su lado.
Es una pena que el lago se haya deshelado ya. Aún me apetecía patinar sobre él.
- No te preocupes, hija, el año que viene todavía estará ahí.
- Ya, pero entonces yo no estaré. Me habré ido a estudiar a Nara.
- Pues yo me encargaré de que el lago siga estando aquí al año siguiente, y al siguiente... Tranquila, no se irá. Lo ataré bien - dijo con una amplia sonrisa.
- Qué tonto eres, papá... -dijo en tono de falsa reprimenda.
- Aprovecha esos años, ya sabes que a la vuelta tendrás que...
- No quiero hablar aún del tema, papá - lo interrumpió -, ya trataremos de eso a la vuelta.
- Claro que sí. Ahora volvamos que empieza a refrescar, y no me gustaría que te constiparas. Vamos, ven conmigo - dijo alejándose.
- Sí, papá…

16 de mayo de 2012

V - Bajo el mismo cielo


En el habitual lugar de reunión que era la cocina, se encontraban Adriem, Eliel y Dythjui. El primero acababa de llegar y había dejado sobre la mesa un paquete atado con una pequeña cuerda. La llegada de Adriem interrumpió la conversación de las dos mujeres sobre lo diferente que era la vida en Kresaar y en Tiria.
- ¡¿Quieres que me disfrace?! - exclamó Eliel al ver las ropas que había dentro del paquete: una falda larga de color marrón con dibujos geométricos en dorado y un corsé de color negro, con una blusa blanca y una capa con capucha marrón oscuro.
- Agradecería que no chillases, el salón está aquí al lado. Es sólo por unos días. Sabemos que te buscan, y una doalfar llama mucho la atención en esta ciudad - se explicó Adriem - Además, han hecho circular tu descripción entre los cazarrecompensas. No podemos arriesgarnos.
- No, me niego - dijo Eliel desviando la mirada, muy contrariada.
- Con un poco de maquillaje parecerías una... - A Adriem no le dio tiempo de terminar la frase.
- ¡Una delven! - exclamó levantando los brazos, escandalizada - ¡Vamos, lo que faltaba! ¿Acaso no te entró en tu dura cabezota lo que hablamos ayer?
- Pues sólo hay otra opción - Adriem se levantó, agarró por el brazo a la muchacha sin mucha compasión y la llevó escaleras arriba. Ella se resistía y pataleaba, pero era imposible deshacerse de aquel recio brazo que la agarraba. Adriem la empujó dentro de su habitación y cerró la puerta. Se oyó un golpe seco.
Eliel tiró para intentar abrirla, pero sus sospechas se vieron confirmadas. Adriem había trancado la puerta por fuera.
-¡Abre, maldita seal ¡No puedes encerrarme como a una prisionera! -N o se oyó ninguna respuesta-. ¡Maldito comúnl ¡Te exijo que me abras! - gritó golpeando la puerta - ¡Adriem!
Dythjui se quedó mirando a Adriem, que bajaba la escalera haciendo oídos sordos a las exigencias de Eliel.
- Suerte que la zona privada está separada del resto. Esa muchacha tiene buena voz. Sería una buena cantante - dijo el guardia.
- Creo que te has pasado. Mira que arrastrarla de esa forma... - Dythjui estaba a punto de argüir que era una invitada y no la podían tratar así, pero Adriem interrumpió su discurso.
- Hazme caso. Sólo será cuestión de unas horas. Es como una niña pequeña - dijo dedicándole a Dythjui una sonrisa de complicidad.
- A veces pienso que detrás de esa apariencia tuya de buen chaval se esconde algo de maldad.
- Exageras - Adriem extendió la ropa sobre la mesa.
- Vaya, tienes buen gusto para la ropa pese a que eres un hombre. Creo que le quedará bien si decide ponérselo -dijo Dythjui, tomando una de las prendas para probársela por encima.
- Lo hará.

10 de mayo de 2012

IV - Soñando con un mañana


Tener que estar allí, escondido para servir como enlace para Idmíliris, lo aburría. Llevaba ya una semana en Tiria, metido en aquel antiguo reloj, saliendo solo a la calle a primeras horas de la mañana para comprar algo de comida, sirviéndose de una capucha para taparse las orejas y no llamar la atención de nadie. Esperar... Esperar y controlar a aquella insensible criatura capaz de sacarte los intestinos mientras hacía un chiste sobre ello. Aquella noche se estaba retrasando. A lo mejor la búsqueda de alguna pista sobre la doalfar no había sido tan fructífera como ella auguraba. Tiria era una ciudad grande, llena de recovecos. Encontrar a alguien allí no era una tarea ni rápida, ni fácil.
Se puso tenso al advertir una presencia a su espalda, que no podía ser otra que la bufona. Apareció sin hacer ruido, como siempre.
- Te has retrasado treinta y cinco minutos.



2 de mayo de 2012

III - El canto de la luna llena


La noche había caído, y la luna aparecía radiante a través de los ventanales del comedor de la posada. Poca gente quedaba, puesto que la mayoría se había ido a dormir. Agnes se había marchado, y Dythjui acababa de recoger los platos. Dejó los últimos en el escurridor y se acercó a la mesa donde cenaba una meditabunda Eliel. Dythjui llevaba un vestido negro, algo ceñido por la cintura, con un delantal blanco encima. Eliel se había vuelto a poner sus ropas, que se habían secado ya al calor de la chimenea, y unos zapatos que la joven casera le había prestado.
- Casi no has comido y eso que parecía que tuvieras hambre - dijo sentándose en la mesa -. ¿No está bueno?
- No es eso, lo siento, es que estoy preocupada. Me deben de estar buscando, pero ese hombre... - Eliel se encogió, aun veía la sonrisa de Siril cuando cerraba los ojos. El miedo a sentirse acorralada, sola, perdida, la caída del puente... Todo se había quedado grabado a fuego en su memoria.
- ¿Hombre?
- Sí... yo... esto... - Se quedó callada. Pero ¿qué hacía? ¿Por qué tanta confianza con esa humana? Porque se sentía sola - Verás... - las palabras se le atragantaban por los recuerdos -, yo venía aquí para recoger unos libros...
Y Eliel, tal vez por sentirse aliviada, contó su historia a aquella humana. Si sus amigos la hubieran visto intimando con una común se habrían reído de ella. Pero necesitaba que la escuchara alguien, y Dythjui la había tratado muy bien. Sin duda mejor de lo que ella habría hecho nunca a una común y se sentía un poco culpable por ello.

25 de abril de 2012

II - La danza de las sombras


Las llanuras de Tiria, salpicadas de campos de trigo y cebada, formaban un intrincado tablero de ajedrez en tonos de verdes y ocres. Por ellas avanzaba el ferrocarril mientras el sol se ponía. La mole de metal escupía humo y vapor, seguida por cinco vagones, dos de pasajeros y tres de mercancías. Esa maravilla de la mecánica era considerada uno de los mayores logros del ingenio humano. Permitía el transporte a gran velocidad por tierra, y aunque no eran tan eficaces como los aerobuses Aesir, eran más baratos de mantener. Una enorme caldera calentaba el agua y generaba el vapor que, a través de un sistema de pistones y válvulas, creaba el movimiento que se transmitía a las seis ruedas de la locomotora.
En su monótono traqueteo, la máquina silbó anunciando su paso a unas cabezas de ganado que pastaban cerca de la vía. El agudo silbido sacó a Eliel de sus ensoñaciones.


18 de abril de 2012

I - Los días en los que el destino se durmió


Anoche tuve un sueño:

Vi tinieblas y ceniza cerniéndose sobre un bello campo de lanzas y flores.
En medio había una niña triste y sola, que lloraba cubierta por un manto de escamas.
Desconsolada, llamaba una y otra vez por sus nombres a personas que no conocía, pero a la vez añoraba.
Un caballero de reluciente armadura pasaba por el campo montado en un alazán.
Conmovido por la escena, le ofreció la mano y llevarla con ella.
La muchacha dejó de llorar y le asió la mano, tiró de ella. El caballero no lograba zafarse. Forcejeó con la mano de la niña hasta quedar exhausto. Entonces cayó al suelo y su caballo se alejó.
La niña le soltó la mano y le dijo que se fuera, mas el noble caballero no ser marchó.
Ella le imploró que se alejara, que no quería que de hambre muriera.
- He perdido mi caballo - respondió - ya no tengo a dónde ir. Tal vez muera, pero hasta entonces no tendrás que llamar a nadie para que te acompañe en el llanto, pues me quedaré a tu lado.
Desperté entonces en sudores. Apenada, una lágrima me resbaló por la cara al pensar en aquella triste historia… y supe entonces que aquella niña era yo, y aquellos eran mis recuerdos.


15 de marzo de 2012

Portada ganadora


La encuesta a finalizado y ha ganado la portada original. Veo que en general funcionó muy bien la última opción :)

Gracias a todos por las votaciones y, como añadido, aquí tenéis la portada con la ilustración tal cual se concibió, ya que en la edición de TimunMas se recortó un poco y se oscurecieron los tonos.


Espero que os guste!!

8 de marzo de 2012

¡Batalla de portadas!

Hacía mucho tiempo que no realizaba una encuesta (con lo divertidas que son), así que, haciendo un poco de historia os propongo una batalla de portadas.

Antes de la que acabó siendo la oficial diseñé una que al final fue descartada en pro de una algo más clásica. Ambas ilustraciones siempre me han gustado mucho pero... ¿cuál hubierais elegido vosotros?

Para la ocasión he hecho una maquetación de la primera ilustración para que viérais cómo quedaría y así sea una votación justa.

Como siempre, a la izquierda podéis votar y, si queréis comentar, en esta misma entrada.





Una luminosa y la otra oscura... ¿cuál ganará? Votad antes del día 15 :)

7 de marzo de 2012

Un paso más

Desde ayer los derechos de edición tanto de La Canción de la Princesa Oscura y El Anhelo del Destino han sido cancelados de mutuo acuerdo con TimunMas. Llevaba un año trabajando en esa dirección con la intención de relanzar de nuevo la saga de novelas, incluyendo la que completa la trilogía, La Guerra sin Nombre.

Siempre lo he mantenido y me reafirmo. Ha sido un placer trabajar junto a TimunMas y me siento muy agradecido por su apoyo a este proyecto. Ahora, es momento de que tome un nuevo rumbo, no sólo las novelas, sino también el cómic y el juego, que hasta ahora había estado frenado a la espera de este paso.

¿Qué sucederá ahora? Habrán novedades, así que se admiten apuestas ;)


Esta fue mi idea original para la 1ª portada, pero debido al formato hice una ilustración nueva, que es la que conocéis de la edición impresa de TimunMas


6 de marzo de 2012

Reportaje de Eraide en Kôkyô Zen

Hace un par de meses tuve el placer de responder a una entrevista que me hicieron para la revista online Koukyou Zen (o Kôkyô Zen). Además, pidieron permiso para hacer un reportaje sobre el juego basado en las novelas de Eraide, ante lo que accedí encantado.

Revista nº7: http://www.calameo.com/read/0003848541a70741018c4

Hoy mismo ha sido publicado y desde aquí mi más sincero agradecimiento. Además, la calidad de la revista me ha parecido muy buena, hasta el punto que me ha recordado a mi época en la que trabajaba en la revista Mangazone. Eran otros tiempos, pero la calidad se mantiene :)

Mis felicitaciones a todo el equipo de la revista y os invito a vosotros, lectores, que le echéis un ojeada. Sin duda merece la pena.


5 de marzo de 2012

Eraide: El juego

Eraide: El juego: Ecos de Guerra, el juego táctico Afina tu estrategia, prepara tu equipo, estudia el terreno y, nunca estará de más, un poco de suerte. El ...

4 de marzo de 2012

Eraide: El mundo

Eraide: El mundo: Toda historia tiene leyendas que se pierden en el tiempo en la que personas realizan actos de valor que cambian el curso de naciones enter...

25 de febrero de 2012

Ecos de Guerra

*Esta ilustración pertenecía al juego de rol, pero la creé pensando ya en el juego táctico.

Hoy lucía el sol y aun lo temprano que era, sobretodo siendo sábado, los ánimo estaban altos. Era un buen día para hacer la primera prueba de juego de Eraide, Ecos de Guerra.


Durante un tiempo se ha estado hablando del juego de rol, el cual ya avanza por su 3ª beta estable, pero en paralelo inicié un pequeño proyecto más personal usando el mismo diseño de sistema que planteé para el juego de rol sobre el que la gente de Paradoja ha estado trabajando. Se trataba de un juego táctico de mesa por equipos.

Las primeras pruebas habían sido muy esperanzadoras y hoy decidí que sería un buen día para hacer su primera prueba fuera del banco de pruebas. Ha sido una mañana divertida que se ha extendido hasta la tarde, llena de buenos momentos y unos resultados muy esperanzadores. El juego funciona tal y como se diseñó en el papel y las mecánicas, salvo un pequeño ajuste de última hora, ha ido como la seda.

Cada jugador elegía un equipo con el que enfrentarse, ya fuera por equipos o uno contra otro, en una batalla por dominar el escenario y en algunos casos, conseguir un preciado objeto.


Fearghus, Uriel, Julia, Anna, Zir, Araciel, Lars, Meikos... todos ellos se vieron las caras sobre el escenario y nada ni nadie quedó indiferente.

Los combates se sucedieron, mezclando estratégia y valentía, además de un poco de suerte decidida por un dado de 20, rompiendo a veces las reglas del destino y otras veces una simple puerta.

Desde aquí, dar las gracias a aquellos que han venido a probar el juego y, en un mes, habrá una segunda partida abierta en la que, gracias a todo lo aprendido hoy, será el juego más divertido y emocionante.

Y también dar las gracias a Carlos Moya y Aitor Eraña, por su aporte al juego con ideas para reglas y criaturas, así como a la gente de Paradoja que fueron los conejillos de indias de la primera prueba a puerta cerrada y que echaron una mano durante toda la jornada. También a Enrique por cedernos parte de su local en la tienda DComics y a Dungueon Spain, que tan bien nos vino su escenografía.


Estad atentos, porque este juego ya es una realidad... seguiré informando :)

22 de febrero de 2012

12 de febrero de 2012

Volviendo al vestuario antiguo

Cuando realicé las páginas para "Lágrimas de Cristal" (ese cómic aún no publicado), cambié de indumentaria a Fearghus por un traje más cubierto, con una cuera y varias partes de armadura. Sinceramente, lucía muy bien, pero últimamente he estado revisando diseños cara al juego (ahí tenéis a Araciel y Debre con sus ligeros retoques) y opté por volver al traje antiguo de Fearghus.


La ropa que llevaba en el Anhelo del Destino (y por ende, muy parecida, la llevará en "La Guerra sin Nombre") me parece algo más carismática, así que puestoa revisar el diseño, opté por recuperar su antiguo traje con algunos retoques:


El diseño del cómic a continuación:




6 de febrero de 2012

Debre ver.2012

Al igual que Araciel, a Debre también le han llegado nuevos aires. Un par de correcciones en vestuario y nuevo color, ahora un poco más vistoso.


25 de enero de 2012

Araciel ver.2012

Algunos de los personajes que diseñé para la presentación de la primera beta del juego de rol de Eraide me gustaron bastante y he decidido darles un lavado de cara actualizando la ilustración de hace un año. Las proporciones, tintas y algunas cuestiones anatómicas, han sido corregidas, además de contar con un nuevo coloreado más a tono con mis últimos trabajos.

10 de enero de 2012

Eraide y ClockWork

Hace unos años, cuando estaba escribiendo la segunda novela y la primera estaba a punto de ser publicada, tuve la suerte de cruzar unas palabras con Madeleine Rosca, autora australiana del premiado cómic Clockwork (Foreign Minister of Japan's International Manga Awards 2007 )

Tuve oportunidad de felicitarla por su obra y ella me dedicó, algo de tiempo después, esta ilustración sobre dos personajes de Eraide, Eliel y Sayako, así como sus respectivas invocaciones.


El color siempre me ha gustado mucho, así como la forma en la que encajó al ilustración. Desde aquí, una vez más, agradezco su aporte. Es siempre un lujo contar con ilustraciones de personas con tanto talento.

9 de enero de 2012

Mini reseña en DungeonSpain

Nuestro comentario sobre las pruebas de tablero y las piezas que estamos usando de DungeonSpain han llamado la atención de la propia tienda y han dedicado al proyecto del juego de Eraide una pequeña reseña, que desde estas líneas agradecemos.



Es una buena tienda y la calidad muy recomendable, así que os invito a echar un vistazo a su catálogo que se está expandiendo día a día.

6 de enero de 2012

Testeando con tablero

Con paso firme y seguro, en el equipo encargado del juego de rol se están haciendo las últimas pruebas antes de dar por cerrada la 2ª beta del juego. Han habido muchos añadidos respecto a la primera versión, con unas profesiones con mejor jugabilidad (en especial técnicos, sagaces e invocadores) y una mejor integración con tablero.

No es imprescindible para jugar, por supuesto, pero siempre es interesante tener reglas compatibles con este modo de juego.


Así que en el equipo, siempre dispuesto a hacer las pruebas necesarias (además de pasar un buen rato) y antes de lanzar la nueva beta para abrir las nuevas pruebas de juego, se ensayaron los combates en tablero.



Decir que el sistema se portó muy bien con las nuevas reglas, como localización de daño, áreas de efecto, las nuevas maniobras de combate de los lansquenetes (tretas), etc...



Los elementos de la escenografía, sobre un tapete de vinilo para poder marcar con rotulador al agua, fueron adquiridos a DungeonSpain y quedaron realmente bien.

Se usaron las fichas que ya fueron utilizadas en las FantasyMereth del año pasado. Quien sabe, en un futuro probablemente contemos ya con figuras; estaría bien, ¿verdad? :)